Giulia De Sarlo (Universidad de Sevilla)
El concepto de Caribe es algo que va mucho más allá de la mera definición geográfica. Hace ya algunas décadas que la crítica ha reconocido la necesidad, incluso cuando su análisis se concentra en un único país caribeño, de alargar la mirada a un espacio más amplio, para intentar trazar un cuadro más complejo, holístico, se podría decir, de la realidad del país en el contexto antillano. Como bien explica Antonio Benítez Rojo en su ya histórico La isla que se repite, si hay algo que haya unificado las diferentes realidades caribeñas y que las haya hecho crecer, de manera distinta, obvio, pero por un camino por muchos aspectos idéntico, eso es el cultivo de la caña de azúcar, con todo el complejo sistema económico y social que esta forma de aprovechamiento agrícola conlleva. Todos los países del Caribe, en épocas y maneras parecidas pero distintas, han padecido la experiencia del latifundio, de la inmigración forzada de esclavos africanos, a menudo de la monocoltura, y por consecuente han asistido a una auténtica revolución en los equilíbrios sociales, además que económicos, de su nación. La experiencia de la plantación de azúcar, de los conflictos sociales y de las injusticias que determinó, ha quedado grabada en la literatura de cada país, hasta generar en algunos casos filones autónomos en la narrativa nacional, como es el caso del ciclo de la llamada “novela de la caña” en Santo Domingo.
Este trabajo se propone seguir las huellas de las novelas más significativas que han hablado del drama de la industria azucarera en distintos países caribeños, individuando los elementos que acercan y los que alejan las diferentes realidades nacionales. Objeto de análisis serán tanto obras nacidas en ámbitos hispánicos (Santo Domingo, Puerto Rico, Cuba) como en las ex colonias inglesas (Jamaica, Barbados) y de la francesa Haití: veremos cómo, a través de la literatura, será posible reconstruir una historia regional, hechas de muchas “intrahistorias”, como diría Unamuno, distintas y al mismo tiempo mucho más cercanas de lo que la crítica siempre ha querido destacar.